El faro de los faros de toda Mallorca
Un faro de difícil construcción por su escarpado terreno, pone la guinda a la península que ofrece una perfecta simbiosis entre la naturaleza de la zona y el arte. La carretera de acceso, sinuosa transporta al visitante por un recorrido de varias calas (Cala Figuera, Murta y Gossalba), el mirador del Colomer desde el que se puede ver el islote del mismo nombre y la atalaya de Albercuix. Todo ello en pocos kilómetros hasta llegar al faro de Formentor, que fue inaugurado en 1863 en el marco de la instalación de varios puntos de señalización luminosa en Mallorca para ofrecer una mayor seguridad a las embarcaciones que navegaban por estas costas durante la noche . Pero de todos los faros construidos entonces, el de Formentor fue el que más dificultades presentó debido a su localización, uno de los parajes más agrestes e incomunicados de la isla, lo que por otra parte le permite tener el plano focal más elevado de la misma.